sábado, 12 de diciembre de 2009


A diario nos enfrentamos con imágenes elaboradas como producto de consumo masivo, que se convierten en manchas de color cubriendo las paredes, pantallas y portadas. Fente a tamaño bombardeo , la capacidad de escrutar, de analizar, la necesidad de buscar, se pierden ante la facilidad de lo dado. Cabe entonces preguntarse, si el acto de reflexión es anterior a la luz reflejada por los objetos.Es en la busqueda de nuestro autorretrato (pues cada fotografía es parte de uno infinito) que expresamos la visión que tenemos de las cosas,de como estas acontecen o del modo en que pensamos, deben ser.Dependiendo de la forma en que construyamos esta mirada, nos será posible traer a la luz lo desapercibido, rescatar ciertos guiños, detalles;silencios que de otra manera permanecerían ocultos.El resultado de nuestra reflexión, puede ser descubrir y aprender en el proceso, afinar las ideas o acercarse a ellas lo suficiente, pero es probable también (y sería esto lo ideal) que nos devuelva nuevas busquedas
Serie de autorretratos














Serie de autorretratos

domingo, 29 de noviembre de 2009

Las calles de Valparaíso están plagadas de afiches: fiestas, encuentros de cine, conciertos, protestas, y muchas otras convocatorias de difícil clasificación.
Los afiches montados unos sobre otros, los pingüinos que los rasgan al pasar, el polvo y el
viento sumados, la lluvia, el sol (aquí me detengo, las razones son muchas), pueden lograr
que el molesto bombardeo visual no consentido nos depare algunas sorpresas. Basta con detenerse un momento, y ahí están, son collages, pero tiene el valor del azar, nos pertenecen
a todos, por acción u omisión, algunos duran un par de semanas otros cambian a diario, o son cubiertos por el aviso del momento.
Si tenemos suerte, cada vez que doblemos una esquina,
la galería urbana renovará la colección.